El Responsive Design (diseño adaptable) es un método de diseño y programación mediante el cual una página web se adapta automáticamente al tamaño de pantalla y al dispositivo del usuario, ya se utilice un teléfono móvil, una tablet, un portátil o un ordenador de sobremesa. El objetivo es garantizar siempre una visualización óptima y una experiencia de uso adecuada en cualquier dispositivo.
En este enfoque, el diseño, la navegación, los tamaños de letra, las imágenes y el contenido cambian de forma dinámica. En lugar de crear varias versiones independientes (por ejemplo, una web móvil y otra para escritorio), existe un único sitio web flexible que se ajusta automáticamente.
Ejemplo:
Cuando una web se abre en un teléfono móvil, la barra de navegación horizontal se convierte en un icono de menú desplegable (menú hamburguesa). Las imágenes se redimensionan de forma automática y los textos se mantienen legibles, sin necesidad de hacer zoom ni de desplazarse horizontalmente.
El Responsive Design es hoy en día un estándar en el diseño web y también un factor clave de SEO: Google da prioridad en sus resultados a los sitios web adaptados a móviles. Además, ofrece ventajas como menores costes de mantenimiento, coherencia en la percepción de la marca y una mejor experiencia de usuario, independientemente del dispositivo utilizado.