El término CPO (Coste por Pedido) es una métrica clave en el marketing online y en el comercio electrónico. Describe cuánto paga una empresa por cada pedido completado a través de una campaña publicitaria.
El valor se calcula dividiendo el coste total de la publicidad entre el número de pedidos generados.
Ejemplo: un presupuesto publicitario de 2.000 € genera 100 pedidos → el CPO es de 20 €.
A diferencia del CPC (Coste por Click) o del CPL (Coste por Lead), el CPO solo tiene en cuenta la compra real. Por ello es especialmente relevante para evaluar los ingresos y la rentabilidad de una campaña.
Un CPO bajo muestra que el presupuesto invertido ha conducido de forma muy eficiente a la captación de clientes que pagan.