El término CPM (coste por mil) significa literalmente coste por cada mil impresiones. Indica cuánto debe pagar un anunciante para que un anuncio digital se muestre 1.000 veces.
No importa si alguien hace clic en el anuncio o lo percibe activamente: solo se contabilizan las impresiones.
El CPM es una referencia clave de facturación en el marketing online, especialmente en las campañas de branding, donde lo más relevante es el alcance y la visibilidad.
Ejemplo: si una empresa invierte 500 € y alcanza 100.000 impresiones, el CPM es de 5 €.
Un CPM bajo significa que se puede llegar a muchas personas con un coste relativamente reducido.