El término CRO (Optimización de la Tasa de Conversión) significa mejorar la proporción de visitantes de un sitio web que realizan la acción deseada.
Esto puede ser, por ejemplo:
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completar una compra en una tienda online,
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rellenar un formulario,
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suscribirse a un boletín informativo.
La tasa de conversión indica cuántos visitantes actúan realmente.
Ejemplo: una tienda online recibe 1.000 visitantes al día. Si 20 de ellos realizan una compra, la tasa de conversión es del 2 %.
El CRO analiza con detalle en qué puntos los visitantes abandonan o dudan y mejora esos aspectos. Medidas típicas son:
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botones claros y llamativos para hacer clic (“Comprar ahora” o “Registrarse”),
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mayor velocidad de carga de la página,
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formularios más cortos y sencillos,
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pruebas de diferentes variantes (por ejemplo, dos versiones de una misma página),
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generar confianza con sellos de calidad, reseñas de clientes o políticas de devolución transparentes.
La gran ventaja del CRO: permite sacar más partido a los visitantes existentes sin gastar más dinero en publicidad. Incluso pequeñas mejoras pueden lograr que más visitantes se conviertan en clientes reales y que aumente la facturación.